domingo, 22 de noviembre de 2009

LA ILUMINACIÓN EN LOS MUSEOS. UN CASO PRÁCTICO.

Condiciones para que el diseñador de la exposición se adapte a las necesidades de conservación y correcta exhibición de la obra.

 Nos encontramos con la necesidad de realizar una exposición con material tremendamente sensible a la luz. Imaginar que tenemos una sala rectangular de 6m de altura y 20mx8m de planta. Existen ventanas en uno de los paramentos verticales. El suelo es de mármol brillante, las paredes son también blancas. Los objetos son bidimensionales (por ejemplo dibujos) e irán en plano vertical. La sala dispone de una tecnología adecuada.


Sin iluminación nada es visible y una iluminación demasiado fuerte ciega y amenaza la integridad del mundo físico. Entre estos dos extremos se sitúa el vasto margen de maniobra del iluminador. En el contexto de la museografía, este margen de maniobra está definido en función de dos factores de importancia: de una parte, la calidad de la experiencia visual buscada por el visitante tanto sobre el plano cognoscitivo como sensorial, por otra; los imperativos de conservación de los objetos de la colección.

Para lograr que esta contraposición esté correctamente dirigida, es necesario tomar en cuenta una serie de factores que determinan un proyecto de iluminación de obras de arte.

La luminotecnia es la ciencia que estudia las condiciones de producción y tratamiento de la luz, como así también sus posibilidades de control y manipulación desde el punto de vista tecnológico. En este sentido hay dos grandes áreas a considerar: la producción de la luz mediante diferentes tipos de fuentes y el control de la emisión de luz de las fuentes por medio de artefactos de iluminación (luminarias).


  • Respecto a las fuentes de luz pueden definirse algunos factores que permiten su cálculo:
-Luz visible por el ojo humano: 380 nm (violeta) – 780 nm(rojo). Cuanto más alto es el número más sensación luminosa percibe el ojo.

-Flujo luminoso: es la energía radiante por unidad de tiempo que llega a la retina del ojo y produce sensación luminosa y se mide por lumen. Es una magnitud que nos indica la cantidad de luz que proporciona una fuente.

-Intensidad luminosa: es el flujo luminoso emitido por unidad de ángulo sólido en una dirección del espacio. Cuanto menor sea en grado de apertura mayor será la intensidad.

-Iluminancia (E): es el flujo luminoso recibido en unidad de superficie (lumen * m2= lux). Esta unidad es la que comúnmente se controla para asegurar las condiciones de conservación.

-Luminancia (L): es la intensidad luminosa radiada por unidad de superficie aparente. Depende de cómo emite la luz la fuente y de la perspectiva con la que observamos.

-Absortancia (α): es la relación entre el flujo luminoso absorbido por una superficie y el flujo luminosos incidente sobre ella. Esta variable esta muy relacionada con los acabados superficiales. Es fundamental conocer esta variable ya que las superficies se comportan como fuentes secundarias de luz.

-Transmitancia (τ): es el cociente entre el flujo luminoso transmitido por la superficie y el flujo luminoso incidente en ella

-Reflectancia (p): es el cociente entre el flujo luminoso reflejado por una superficie y el flujo luminoso incidente en la misma.

-Contraste: lo que el ojo percibe es la diferencia de luminancias cuantificándose mediante el contraste. Para obtener un buen rendimiento visual no deben existir grandes diferencias de luminancias entre el fondo y la tares. Varia de +1 / -1.

-Deslumbramiento: se produce por el exceso de luz que llega al ojo, provocando que se anule la percepción del campo visual de menor luminancia. Este puede ser directo (por las luminarias) o indirecto (por el reflejo en superficies).

-Índice de Reproducción Cromática (IRC): es la capacidad que tiene una lámpara para reproducir los colores. Se mide su escala del 0 a 100, siendo este último la reproducción más fiable. No es recomendable ninguna fuente con IRC < 85 para iluminar directamente ninguna obra.

-Vida útil de las lámparas: es el periodo de tiempo que transcurre desde que la lámpara empieza a funcionar hasta que la emisión de flujo luminoso ha descendido al 80%. Puede ir desde 1.000 hasta 60.000 H.

-Eficacia luminosa: mide la energía que se convierte en luz. Tiene importancia por el gasto que consume y por consiguiente el coste de explotación de la instalación.

-Temperatura color: indica el desplazamiento del color blanco de la luz hacia la tonalidad roja o azul (por debajo de 3.700ºK la luz se va haciendo rojiza y por encima de ésta azul).


  • Respecto a las diferentes luminarias que existen actualmente en el mercado hay también características a considerar, que están resumidas en el siguiente cuadro:


LAMPARA
VARIEDAD
POTENCIA
(w)
FLUJO
(lum)
RENDIMIENTO
Lm/W (%)
COLOR
IRC
TC
IR
UV
w/l
REGULACIÓN
DURACIÓN
(H)
APROPIADO
INCANDESCENTE
ESTANDAR
25/100
200-1800
8-12
BLANCO
100
2.7003.000
ALTO
74
SI
1000
Pequeñas luces. Balizas

HALOGENAS
50/500
320/4.400
16/22
BLANCO
100
3000
3200
ALTO
94
165
SI
2000
luz puntual-proyectores  y áreas medianas

PAR
75-150
650-1500
8-10
BLANCO
100

ALTO

SI
1000
Pequeñas áreas
DE DESCARGA
FLUORESCENCIA
ESTANDAR
18-58
1350-6000
60-90
VARIOS
TONOS
85-95
2700
5000
BAJO
90
43
SI
7500
Zonas servicio. Indirecta
DE SODIIO
35-100
1300-4800
40-50
BLANCOAMARILL.
80
2.500
BAJO
24
NO
6.000
= Halogenos
DESCARGA
MERCURIO
80-1000
6400-300.000
80-85
BLANCO/AZUL
70/90
3.000-5000


NO
8000
Grandes áreas
DE INDUCCIÓN MAGNETICA



70

85
3000
4000
BAJO
---
NO
60.000


 PARA EL DISEÑO DEL PROYECTO SE DEBERÁ TENER EN CUENTA:


 PRESUPUESTO: En este punto se introducen los términos de la eficiencia energética del sistema, el mantenimiento y los costos, tanto iníciales como de operación. En este proyecto en concreto no se especifica el presupuesto.

 CARACTERÍSTICAS DEL ESPACIO:

 Dimensiones: 6m de altura y 20mx8m de planta.

 Estructura y distribución: sala rectangular.

 Materiales y color: las paredes son blancas y el suelo es de mármol brillante.

 LOS OBJETOS A EXPONER: Los objetos a exponer, tanto desde una perspectiva formal (bidimensional, tridimensional…), tamaño… como por su naturaleza teniendo en cuenta los materiales, la técnica de fabricación y las condiciones a las que han sido expuestos a lo largo de su existencia, sus deterioros y tratamientos. Todos estos datos determinan de forma específica las condiciones óptimas para la conservación y visualización de cada objeto en particular. En nuestro caso son objetos bidimensionales de gran sensibilidad.

 LAS FUNCIONES: si esta sala está destinada a la exhibición de colecciones temporales o fijas o tiene además otras finalidades (demostraciones, conferencias, proyecciones…). En nuestro caso, en principio es solo de exposición.

 Tener en cuenta la LUZ NATURAL DE LA SALA; disposición y número de vanos, dimensiones, orientación, altura de la sala, las diferentes luminosidades al cabo del día y si ésta puede ser utilizada con fines museográficos.

 Atender las necesidades de CONSERVACIÓN: principio de mínimo deterioro a lo largo del tiempo, y a su vez, en claro proceso de retroalimentación, dichas obras, según su naturaleza y concepción, marcan las características que debe reunir el sistema a instalar, controlando tanto la luz natural como artificial.

 Atender las necesidades de COMODIDAD VISUAL: parámetros de calidad de cualquier instalación interior y principio de mínima distorsión, de las diferentes obras artísticas expuestas, controlando tanto la luz natural como la artificial.

 La VERSATILIDAD, incorporando sistemas de iluminación regulables que puedan adaptarse fácilmente a las distintas exigencias de las exposiciones, posibles rectificaciones…

 SEGURIDAD Y MANTENIMIENTO, atendiendo tanto a los sistemas de seguridad vigentes (plan de emergencia…) como a futuros mantenimientos, tanto a nivel de personal, técnico, como económico.



 DESCRIPCIÓN DE ACTUACIONES.


Tal y como se ha apuntado anteriormente, la luz es necesaria para la visión de los objetos, sin embargo el poder de degradación que ejerce sobre ciertos materiales hace necesario su control por encima de consideraciones estéticas que desdeñen los criterios de conservación. La técnica y arte se encuentran íntimamente relacionados, no pudiendo cumplir la plenitud de sus funciones por separado.

 RESPECTO A LA CONSERVACIÓN: El control se puede realizar mediante la concepción de un proyecto luminotécnico coherente, utilizando lámparas de espectro de emisión adecuado además de incorporar vidrios o filtros especiales para restar ciertos efectos.

• Control de la luminancia; la radiación visible (entre 380 nm y 760 nm) lleva asociada energía que produce efectos fotoquímicas sobre ciertos materiales por ello se deberá vigilar que la intensidad lumínica no supere los 50 lux para los objetos de gran sensibilidad como es nuestro caso. Se puede contrarrestar bien con luminarias de baja intensidad, o bien incorporando filtros de reducción de espectro visible.

 Control de la emisión de luz Infrarroja: ésta produce calor, por lo que deberá controlarse la temperatura (entre 18ºC y 20ºC) de los objetos expuestos a la luz, sea la solar o la artificial. Deberá tomarse en cuenta la distancia entre el objeto expuesto y la fuente de luz, también se deberá evaluar la carga térmica en el espacio dado y su influencia medioambiental, así pues la humedad relativa deberá estar entre 45% y 65% y se deberán evitar las oscilaciones elevadas nunca más de un 5%. Para minimizar estos objetos se puede optar por utilizar luminarias de baja emisión o filtros para IR.

 Control de la emisión de luz ultravioleta: la radiación ultravioleta es la más dañina por sus efectos químicos. Las sustancias colorantes de textiles y los colorantes orgánicos de las pinturas pierden color, mientras que los barnices y aglutinantes se hacen más oscuros. El papel amarillece y se hace quebradizo, por lo que en poco tiempo el material quedará destruido. No deben emplearse fuentes de luz cuyo contenido en ultravioleta supere los 75 µw/lumen, también se pueden minimizar sus efectos mediante filtros e iluminando los objetos mediante reflejos de luz sobre la pared blanca ya que este color absorbe los rayos ultravioleta.

 Control del tiempo de exposición: la exposición prolongada de los objetos, sea luz natural o no, puede causar grandes daños en las obras como resecamiento, decoloración, craqueladuras… Se pueden utilizar sistemas de control de luz específicamente en aquellas áreas que contengan colecciones con materiales sensibles, solo se encenderá la luz por pocos minutos y con baja intensidad. Recordemos que para materiales muy sensibles se recomienda no superar los 150.000 Lux/horas/año.

 RESPECTO A LA VISUALIZACIÓN. En cuanto al uso de filtros para la radiación infrarroja y ultravioleta se debe tener en cuenta que casi todos alteran la temperatura color y el índice cromático. El efecto del filtro IR es un enfriamiento del tono, mientras que el del UV lo empobrece bastante. Por ello antes de proceder al empleo de los mismos se diseñará adecuadamente la instalación. También hay en el mercado filtros neutros que disminuyen la intensidad de las fuentes sin alterar tanto sus características espectrales.

 Respecto al control de LA LUZ NATURAL, se utilizaran diferentes tipos de filtros para:

• Neutralizar la luz natural ocasionada por los ventanales.

• Controlar el desigual reparto de la luz; contraluz, insuficiencia lumínica en el fondo de la sala, sombras…

 Respecto a LA LUZ ARTIFICIAL:

• Se optará por un sistema de alumbrado mixto en donde por una parte:

o Se dotará a la sala de un sistema de iluminación general difuminado indirecto, descolgando a 1/3 del techo las iluminarias y utilizando éste como superficie reflectante, con esto se evitarán sombras.

o Se dotará de iluminación localizada sobre las obras de modo que se cumplan las recomendaciones para la conservación de la obra y evitar además los destellos y reflejos tanto de la pared como del suelo, atendiendo las recomendaciones de distancias y abertura de haces.

o La relación entre ambas debe ser uniforme siendo la relación entre la general y la del objeto no superior a la proporción 1:4.

• Adecuada elección de la fuente de luz, la lámpara seleccionada deberá tener:

o Buen rendimiento de color no menos de 85.

o En el caso de las pinturas, debe lograrse que la temperatura color se aproxime lo más posible a la original empleada por el artista. Para una iluminancia de 50 lux la temperatura de color sería de unos 2700ºK con un tono cálido, produciendo una ambientación visual agradable.

 Respecto a los posibles DESLUMBRAMIENTOS:

• REFLEXIÓN: Este llega a causar distracción y en casos extremos obliga a cambiar la vista del objeto exhibido. En el momento de colocación de las obras, se deberá ser muy cuidadoso en los elementos de superficies lisas y reflectantes o excesivamente claras, que no estén por encima de la altura de la cabeza o en su ubicación tengan un ángulo de posicionamiento que creen tales afectaciones. Además que los cuerpos iluminantes cumplan con las posiciones que no sean los ángulos propicios al deslumbramiento o que emitan lateralmente. El uso de ópticas adecuadas también contribuye a la eliminación de este efecto.

• EL CONTRASTE: Se da fundamentalmente por sobre-iluminaciones de las obras con fuentes focalizadas, que crean valores altos de iluminación del objeto con respecto al entorno que lo rodea y crea los efectos de sombra que tanto deterioran la buena imagen de un proyecto, se recomienda para pinturas el factor de acentuación sea de 2:1. Respecto al modo de iluminación: el baño de luz con 50 lux (en principio bajo) sobre el paramento blanco hace que las obras parezcan mucho más luminosas. Los niveles de contraste entre las áreas de circulaciones y las áreas de exhibiciones también pueden provocar efectos secundarios en el subconsciente de las personas, que lleven a provocar cansancio o fatiga, aspecto que debe también serán valorado correctamente (entre vestíbulos y áreas expositoras 2:1 y entre pasillos y áreas expositoras 3:1).

 Respecto a la VERSATILIDAD, deben ser flexibles y regulables, tanto por el cambio de formatos de las obras como por exigencias en cuanto a niveles de iluminación de las mismas. La flexibilidad del sistema de iluminación propuesto contribuye en gran medida a la eliminación, por ejemplo del exceso de contraste, lográndose eliminar los ángulos de incidencia perjudiciales y además el uso de controladores de niveles de iluminación, es recomendable siempre y cuando su correcta colocación permita el trabajo de ajuste por el personal calificado.

 Respecto al MANTENIMIENTO Y LA SEGURIDAD: De forma previa a la exposición se deberá de revisar el sistema de iluminación de la sala procediendo a la limpieza minuciosa y mantenimiento de luminarias, componentes ópticos y lámparas renovando estas últimas según la vida media indicada por el fabricante. Se procederá a un seguimiento de la iluminación periódicamente. Deberá ser compatible con el sistema de seguridad (plan de emergencias, materiales ignífugos…)

 DESCRIPCIÓN DE EQUIPAMIENTOS Y DISTRIBUCIÓN.


 CONTROL LUZ NATURAL:

o Contraventanas (en la parte exterior) y estores (en la parte interior); para minimizar la luz visible.

o Filtros: laminas de plexi-glas, Scotchtint RE 20 NEARL de la marca 3M, aplicados sobre los cristales de las ventanas de la sala, éste filtro en particular reduce el calor solar (90%), los rayos UV (99%) y la intensidad de luz (84%).

 LUZ ARTIFICIAL:

La iluminación artificial del museo contará con dos sistemas complementarios: por una parte una iluminación general de ambiente difuso, muy moderado y unas iluminaciones localizadas direccionales.

• GENERAL: Para iluminar la sala de forma general nos inclinaremos por 6 tubos fluorescentes repartidos uniformemente y suspendidos del techo 2m, el tipo elegido es la MASTER TL-D 90 DE LUXE 18W, de Philips, ya que ésta posee:

- Menos factores de deterioro pues la emisión de calor es baja y la de UV también.

- Buen IRC; 92 Ra

- TC; 3.000º K (blanco cálido)

- Flujo luminoso: 1.100 lm, Regulable.

- Bajo consumo

- Eficacia alta: 61 lm/w

- Larga duración: 15.000 h

o balastros (HF-R TD 118 TL-D EII. Philips) con regulación electrónica:

- Regulación digital de flujo, 1%-100%.

- Mejores prestaciones: evitan los molestos parpadeos ahorro energético de un 25%

- Aumenta la vida útil de la fuente, hasta un 300%

- Más segura: se desconectan cuando llega al final de su vida útil (evitando parpadeos)

o Difusores: TCS097 1xTL-D18W de marca Philips, Los difusores se suministran con la luminaria; éstos ofrecen expansión lumínica estable y nítida, claridad y evitan los posibles reflejos en las obras y deslumbramientos producidos por el mármol blanco del suelo.

o Sistema de control: ACTILUME PROGRAMMER de Philips. El sistema consiste en un sensor múltiple (nivel de luz natural, movimiento y receptor IR) y un controlador que convierte la información del sensor en una señal digital. La emisión de luz de las lámparas es regulada en función del aporte de luz natural y de la presencia de personas sin que sea necesario ningún tipo de programación. Este mecanismo se controlará con mando a distancia para personalizar el nivel de luz. Este sistema nos ahorrará hasta un 75% de energía y nos reducirá el tiempo de exposición.

• FOCALIZADA: se incluirán iluminadores de fibra óptica, más en concreto FOCALIZADOR, ML-FCD 600, con lente mineral, con múltiples ángulos de proyección y regulación luminosa (aplique perfecto para iluminación en museos, vitrinas, etc) por sus apreciables ventajas:

- Prácticamente exenta de rayos infrarrojos, ultravioletas, calor y electricidad.

- La posibilidad de obtener niveles de luminosidad bajos sin pérdida de color, muy adecuado para piezas de gran sensibilidad.

- Posibilidad de instalar las fuentes de luz externamente a las vitrinas.

- Facilidad de mantenimiento y de instalación.

Se aplicarán 1 por obra expuesta y se dispondrán a lo largo de la sala mediante unas regletas (regulables en altura) para uso de fibra óptica, a una distancia del suelo entre 2.5 m y 3m según tamaño de la obra.

• La sala contará, además, con una iluminación de seguridad, consistente en 4 iluminadores de ambiente y una iluminación de señalización que indicará la salida.

En definitiva, la iluminación de los objetos, tanto desde el punto de vista técnico como funcional y estético se aplicará de acuerdo con el diseño y la planificación de la exposición, que deberá tener en cuenta especialmente las características de cada pieza en particular, la naturaleza y condicionantes de la luz con sus numerosas variables de calidad… y la obligación de preservar y conservar lo mejor posible la integridad de las mismas, sin perjuicio de una adecuada presentación. En este sentido se hace necesario que el iluminador de una exposición posea conocimientos a la vez amplios y diversos sobre cuestiones de arte, museografía, ergonomía visual, conservación… lo cual hace imposible que abarque todos estos temas con la profundidad requerida. Esto hace necesario que el iluminador integre un equipo de trabajo interdisciplinario.



BIBLIOGRAFÍA:

- Riviere, Goerge Henri. La museología. Ed. Akal S.S de los Reyes. 1.993.

- Ballart Hernández, Josep. Manual de museos. Ed. Síntesis. Madrid. 2.008.

- Zubiaur Carreño, F.J. Curso de museología. Ed. Trea. Gijón. 2.004.

- Alonso Fernández Luis. Museología y museografía. Ed. Del Serval. Barcelona. 2.006.

- Ceima, Antonio .R. y Rodríguez, Fernando l. “Iluminación de museos y exposiciones. Parámetros de diseño”. Energía.

- Rodríguez Lorite, Miguel A. “Recomendaciones para el control de las condiciones ambientales en exposiciones temporales”. Ministerio de Cultura. 1.991.

- Rodríguez Lorite, M.A. “La luz artificial en los museos.” Dyna.1.997.

- Rodríguez Lorite, M.A. y Herráez, J.A.” Manual para el uso de aparatos y toma de datos de las condiciones ambientales en museos”. Ministerio de Cultura.

- Rodríguez Lorite, M.A. “Planteamiento y criterios en función del tipo de objetos.”

- Álvarez Rodríguez, Alexis. “Iluminación para interiores. Museos y galerías de arte”.

- Puente García, Raquel y Rodríguez, M.A. “Iluminación, tecnología y diseño”. Silex.

- Puente García, Raquel y Rodríguez, M.A. “Apuntes para el diseño de la iluminación en las salas para exposiciones temporales de arte contemporáneo”. Fundación Joan Miró. Barcelona. 1.994.

- Ezrati, J.J. “La iluminación museográfica”. ICOM-Argentina. 2.006.

- Rodríguez, “M.A. “La nueva iluminación en la sala de exposiciones de la fundación Amberes”. Luces CEI. 1.995.

- Catalogo Philips. 2.008.

LA SEGURIDAD EN EL MUSEO.

LA SEGURIDAD EN EL MUSEO.

La protección del Patrimonio cultural material no siempre ha sido una prioridad de en nuestra sociedad, ésto ha provocado que durante siglos las pérdidas y los deterioros, en muchas ocasiones irreparables, fueran un hecho constante, mientras que la comunidad internacional contemplaba prácticamente paralizada estos hechos. Hay que decir que en materia de conservación sí que se realizan ciertas acciones, más frecuentemente desde el siglo XIX, hasta que en la década de los `50 se crea por parte del ICOM, el ICCROM (Centro Internacional para el Estudio de la Preservación y Restauración del Patrimonio Cultural) y el IIC (Instituto Internacional para la conservación del Patrimonio Histórico y Artístico), sin embargo en materia de seguridad nos tendremos que esperar hasta 1.974 cuando se crea, ICMS (Comité Internacional para la seguridad en los Museos) y la publicación por parte de Robert G. Tillotson, su director, “La seguridad en los Museos” dos años más tarde, donde se describen las diferentes normas en materia de seguridad.

Podríamos definir la seguridad en los museos como el conjunto de medidas destinadas a la protección del público, del personal, las colecciones y la documentación, tanto de los distintos riesgos cotidianos, como de los excepcionales que puedan sufrir.

Pero la seguridad en estas instituciones encierra numerosos problemas, intrínsecos a sus peculiaridades; por una parte la gran responsabilidad de preservar la herencia artística, histórica y científica de la humanidad, que nos ha llegado a nuestros días, y transmitirlas con los mínimos deterioros posibles a las generaciones futuras, por otra, que éstas deben estar expuestas para que todo el público pueda contemplarlas. Además, todo los planes de seguridad tienen que estar personalizados para cada institución, pues pueden diferir considerablemente las variantes, tanto internas (distribución, materiales, edad del edificio, nueva construcción o no…), como externas (situación geográfica, régimen político o población…También está la dificultad de la actualización y mantenimiento constante, tanto a nivel de progresos en cuanto a equipos técnicos y sistemas de protección contra incendios, robos…como de cambios en la misma institución como en el edificio, colección, personal…

Como se desprende de lo anteriormente mencionado la seguridad es fundamental para este tipo de instituciones, de esta forma debe abordarse como un plan global en donde todos los departamentos y personal del museo debe estar obligado a respetar. De ahí la importancia de un departamento responsable específico para la seguridad del mismo, el cual tenga en exclusiva esta función. Éste coordinará y vigilará todas las medidas que la institución vaya a implantar en tema de seguridad. También éste deberá de ser informado tanto de las actividades como de los cambios que se van a realizar para poder hacer una labor en materia de seguridad eficiente.

Este departamento constará de:

 Jefe de seguridad; responsable ante el director del museo.

- Funciones:

o Velar por la seguridad del edificio, las colecciones, los visitantes y el personal.

o Manejo y seguimiento de los sistemas de vigilancia, de detección y de extinción.

o Mantenimiento de las grabaciones y las cintas de seguridad.

o Supervisar y coordinar el personal de vigilancia.

o Planificar las respuestas ante emergencias de cualquier género.

o Coordinar y supervisar el personal de mantenimiento y limpieza.


 Vigilantes; responsables ante el jefe de seguridad.

- Funciones:

o Vigilancia de las zonas de exposición

o Vigilancia de los visitantes y demás personas dentro del museo

o Seguimiento de las pantallas del circuito cerrado de televisión

o Admisión de visitantes, plantilla y personal de reparto.

o Proporcionar grabaciones de seguridad.

o Respuesta a las emergencias

El número de empleados encargados de las funciones de seguridad serán los adecuados para poder llevarlas a cabo con eficacia, dependiendo de las dimensiones de la institución y su complejidad, distribuyéndolos en turnos; diurnos, nocturnos, áreas, responsabilidades…

Es de vital importancia que además la propia institución inculque en la propia organización una cultura de la prevención de riesgos y de la seguridad.

El establecimiento de la seguridad en el museo debe comenzar en el mismo momento en que se comienza con el diseño del futuro proyecto museístico, ya que los dispositivos de seguridad integrados en el momento de la planificación del museo no solo son más baratos que los instalados más tarde, sino también más efectivos. Cuando mejor, e incluso más eficazmente, pueden resolverse los problemas contradictorios que enfrentan exposición y protección es durante el proyecto de construcción. Este proyecto debe ser supervisado por el personal adecuado responsable de la seguridad para determinar el tipo de medidas que se van a aplicar, ya que en el mercado, actualmente hay mucha variedad al respecto.

Más allá de muros, cubiertas y accesos, cada espacio especializado requerirá de especificaciones particulares relativas a la seguridad, por lo que los responsables de la institución, conocedores de los requerimientos funcionales de cada instalación, deben de trabajar conjuntamente con los arquitectos e ingenieros y demás profesionales para encontrar las mejores soluciones para los problemas de seguridad. Emplazamientos y accesos, señalizaciones, entradas y salidas de las instalaciones, recorridos interiores; distribución y organización de espacios, y su emplazamiento; ubicación y colocación de conducciones, equipos y maquinarias; sistemas de exposición y almacenaje de objetos… todo ello ha de concebirse y desarrollarse teniendo encuentra los requerimientos de la seguridad. Estos requerimientos están muy estandarizados internacionalmente para el tipo de equipamiento singular que es un museo.

Una vez en funcionamiento, como hemos dicho anteriormente, es el personal del museo, dirigido por su responsable de seguridad, quien tiene que velar en el día a día por la seguridad de la instalación mediante un comportamiento a la altura del riesgo e instruyéndose y ejercitándose para actuar correctamente, caso de producirse una emergencia.

Por el lado del público, su comportamiento responsable ha de estar avalado por unas normas cívicas de obligado cumplimiento para todos los visitantes, como no tocar, espacios de acceso restringido… Según un estudio¹ realizado por el Museo Thyssen-Bornemisza, el 1,14% de los visitantes de los museos tocan las obras de arte y hasta un 5,68% se acerca demasiado, provocando en las obras un deterioro progresivo. Estas normas de comportamiento deberán de estar visibles para evitar posibles advertencias que puedan incomodar al visitante.


¹ http://www.belt.es/noticiasmdb/HOME2_noticias.asp?id=1347


 ANÁLISIS DE RIESGOS.

Dentro de los posibles riesgos que en una institución de estas características pueden suceder, se identifican cuatro tipos:

 Riesgos naturales: inundaciones, huracanes, rayos, mareas, incendios forestales, plagas biológicas, contaminación extrema, terremotos, actividad volcánica, tormentas de arena.

 Riesgos tecnológicos: fallos en las instalaciones de climatización, caídas de tensión. Interrupción del flujo eléctrico, interrupción del abastecimiento de agua, colapso estructural, fuego, explosión de equipos, contaminación química.

 Riesgos por accidente: heridas a personas, daños en el edificio, daños en las colecciones.

 Riesgos por malas acciones o comportamientos de personas: intrusión, asalto, alienación transitoria de persona, robo, hurto, destrucción de fondos, ataque, vandalismo, amenaza de bomba, disturbios civiles o huelguísticos.


Para afrontar estos riesgos existe el instrumento de gestión denominado Gestión de Riesgos. El manual del ICOM citado (1.993) tiene como finalidad promover la comprensión y la concienciación sobre la naturaleza de los desastres, reducir los daños y salvar el patrimonio cultural a través de medidas de conservación preventiva y de intervención rápida. Enseña que la forma adecuada de proceder es actuar previniendo cualquier tipo de peligro, lo que implica su previa identificación y análisis, e ir reduciendo riesgos que son inevitables, según la cadencia de alternativas que sigue:

1) Eliminar el riesgo

2) Transferir el riesgo

3) Reducir el riesgo

4) Asegurar la propiedad.

En la gestión de riesgos resulta clave su correcta evaluación. Existen métodos al respecto que conocen bien los expertos de seguridad y las aseguradoras.

Para poder desplegar correctamente una gestión efectiva contra los riesgos, existen unas medidas generales de seguridad que todos los museos, al margen de su tamaño deben de adoptar, y son las siguientes:

 Organizar y coordinar el sistema interno de seguridad es una prioridad; establecer normas, confeccionar manuales, controlar accesos, designación de funciones y responsabilidades…

 Implantar diferentes barreras físicas, de forma concéntrica; exterior, edificio, salas, objeto (muros, tejados, vallas, puertas, cerraduras, ventanas, vitrinas…), para que estas barreras actúen conjuntamente como un verdadero caparazón o cierre de seguridad.

 Reforzar aquellas zonas más débiles o de más valor. Poniendo dobles sistemas de diferente naturaleza.

 Instalar sistemas de alarmas en diferentes puntos del edificio.

 Instalar detectores automáticos contra incendios.

 Contratar a un equipo de vigilantes.

 Proteger de forma especial la documentación, ya que perderla sería como destruir parte del objeto, pues de ella se desprende el significado del mismo. Por ello se procederá a duplicar y hacer copias de seguridad alternativas, además de proteger especialmente esta zona.

 Asegurar el edificio y las colecciones, estableciendo varemos según su valor y el riesgo que tienen.


 MEDIDAS A IMPLANTAR

Una vez identificados y analizados los riesgos se procederá a implantar las medidas adecuadas para acabar con las amenazas o en todo caso minimizarlas lo máximo posible. Estas acciones estarán personalizadas para cada institución. Con todo, existen ciertos grandes riesgos cuya acción preventiva puede abordarse mediante la toma de determinadas medidas de carácter general relativas a cada tipología.

Dependiendo de las características del museo y de su entorno, tienen un riesgo evaluable con relación a las amenazas. Por ello, en función de este riesgo deben de adoptar medidas de autoprotección y emergencia. Éstas deben ser las siguientes:

 Se deben de seleccionar adecuadamente la ubicación y tomar las medidas oportunas en lo que se refiere al diseño y materiales de construcción.

 Se han de confeccionar los planes de emergencia específicos para cada museo, y han de ser explicados y ensayados por todos los miembros del personal, para evitar las confusiones típicas de una situación de emergencia.

 Se deben de clasificar las colecciones en función de su valor, para poder optar en casos extremos por salvar parte de los fondos, juntamente con la documentación asociada a los mismos.


En ningún caso debe confiarse exclusivamente en un único sistema de protección. La mejor forma de protección física es combinar dispositivos que funcionen según principios de detección diferentes y tengan distintas áreas de cobertura. Mientras que cuando exista una incompatibilidad entre medidas, se tomará aquella que acabe con el riesgo más peligroso para la seguridad del museo, por ejemplo, entre extinguir un fuego y evitar un robo, será la primera la prioritaria, ya que ésta destruirá, para siempre la obra, mientras que la segunda, podrá ser recuperada.

 CONCLUSIONES

Como conclusión, estaremos de acuerdo en que el Departamento de Seguridad en el museo es de vital importancia ya que como se ha dicho, la custodia y la conservación de los bienes artísticos es la función prioritaria de este tipo de instituciones. Sin ella las demás no podrán llevarse a cabo.

Otra de las razones para su implantación es su gran complejidad y especialización que supone, ya que como hemos mencionado abarca muchas cuestiones, como evaluación de riesgos, puesta en marcha de las medadas adoptadas, mantenimiento, coordinación…Todo ello debe ser ejecutado desde una estructura interna bien elaborada, con las funciones y el personal adecuado para poder llevarlas a cabo debidamente, establecido así en el correspondiente Plan Director de Seguridad del museo.

Este departamento lo integrarán personas formadas a tal efecto, ya que la profesionalización de estos trabajadores es fundamental para su eficacia y especialmente si son formadas por la misma institución.

Además dicha formación debe ser actualizada constantemente ya que tanto los sistemas de seguridad como los comportamientos pueden ir variando con el tiempo. Y a su vez este personal será el encargado de transmitirlo a los demás empleados de la organización.

Evidentemente no todas las instituciones disponen de la misma capacidad para implantar este departamento, pues dependerá de su tamaño y de sus ingresos. En este caso, se deberá optar por nombrar a alguien responsable de la seguridad, para que supervise y coordine en este campo. En todo caso el primer paso será convencer a quienes ejercen el control administrativo y financiero de que existe la necesidad de que protección es su prioridad

Por último añadiremos que la seguridad al cien por cien no existe, pero por eso mismo cuanto más preparados estemos para superar los peligros, más capacidad tendremos para resolver los conflictos que nos aborden.

BIBLIOGRAFÍA:

- Barry Lord y Lord Gail Dexter. Manual de Gestión de Museos. Ed. Ariel. Barcelona. 2.008.

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